19/01/2017
En Cullera de Boix tenemos bien presentes las tradiciones de la ciudad y queremos celebrar esta festividad con los mejores arroces de Barcelona
Los Tres Tombs se celebran con motivo de san Antonio Abad, patrón de los animales domésticos y de los animales útiles para las faenas del campo; también es el protector de los carreteros, los trajinantes y los cocheros. La leyenda dice que san Antonio llegó a Barcelona sobre una nube, requerido por un gobernador que tenía a su hija enferma. Después de curarla, el santo se encontró con una cerda herida con un pequeño lechón, a la que también curó. En agradecimiento, el animal siguió al santo durante toda su vida, y de ahí le vino la fama de ser el protector de los animales domésticos.
La festividad de San Antonio, o San Antón, es una celebración muy típica en zonas rurales, pero también en las grandes ciudades, como Barcelona, donde se celebra una gran cabalgata: carros, caballos, mulas y otros animales forman una gran procesión que sale de la calle Calàbria y llega hasta la plaza Sant Jaume. Este año se celebra su 129.ª edición, el día 21 de enero (aunque San Antonio sea el día 17 de enero).
Cerca del recorrido de la cabalgata hay tres restaurantes Cullera de Boix donde degustar la mejor paella y los mejores arroces de Barcelona, después de disfrutar de una de las tradiciones más antiguas de la ciudad
En el ámbito alimentario, San Antonio también cuenta con una gran tradición: el roscón de San Antonio. Si bien es menos reconocido que otros roscones famosos de nuestra cultura, como el roscón de Reyes, su historia es curiosa y su tradición tiene algunas variantes.
Se considera, por un lado, que hace referencia al pan que llevaban san Antonio cada día, cuando este se encontraba en el desierto viviendo como un ermitaño. Por otro lado, también se considera una evolución del pan que se daba a los animales durante la cabalgata de esta festividad. Era un panecillo muy simple y más bien seco, que si era tocado por san Antonio, o bendecido, ayudaba a proteger a los animales de todos los males. Poco a poco, se fue adaptando para que las personas pudieran comerlo, hasta convertirse en un roscón.
Suele ser redondo y sencillo, pero en algunos casos tiene forma de herradura y está decorado con fruta confitada. Tradicionalmente se rellena de mazapán y, en su interior, se esconden una figurita de porcelana de uno de los animales protagonistas de la jornada y una haba.
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