06/09/2016
No siempre es fácil encontrar cerca de la Rambla de Barcelona un restaurante que ofrezca un arroz de calidad a un precio razonable. Una opción ideal es la del restaurante de arroces de Barcelona Cullera de Boix, con casi dos décadas sirviendo paellas.
Más de un autóctono habrá mirado con compasión a los turistas que por la tarde-noche se toman las típicas paellas prefabricadas en el centro de Barcelona. Y es que, al verlos, lo primero que a muchos se les pasa por la cabeza es que deben intentar recordar el nombre del restaurante para no caer en el error de acabar comiendo en él alguna vez.
Y es que puede que a estos locales les resulte sencillo captar a los turistas, pero seguro que más de un residente local habrá salido escarmentado tras pedir un arroz en uno de estos restaurantes de Barcelona.
El clásico dice que los mejores arroces en Barcelona son los de la Barceloneta, pero como cabe esperar en un mundo global, estos se han dispersado por toda la ciudad.
En primer lugar, hay que fijarse en la clientela. Si se compone exclusivamente de turistas, no pinta bien. Es importante que también haya clientes autóctonos, y más dada nuestra cultura de bares y restaurantes. En alguna parte tienen que comer y cenar los barceloneses, y quiénes mejor que ellos para elegir o descartar los sitios, en función de la experiencia y del método de ensayo y error.
En segundo lugar, hay que prestar atención a la carta. Es preferible una ajustada que otra con mil platos, que lo único que indica es que de producto fresco y de la tierra, nada de nada.
Destacan las paellas y los arroces del restaurante Cullera de Boix, ubicados en el centro de Barcelona, y con más de 15 años de experiencia.
El tercer aspecto también es capital: ¿qué paella se nos oferta? Si estuviéramos en Valencia, el plato estrella sería la de carne y verduras. En Barcelona, la más recomendable es la de marisco.
Hemos escogido un restaurante de nuestro agrado y ahora llega el momento clave. Cuando nos sirven la paella (tardarán al menos 20 minutos, que es el tiempo de cocción del arroz), hay que oler y degustar la calidad de los productos. Como pasa con las buenas pizzas, el secreto está en la masa: en el caso de los arroces, el secreto está en el caldo, el arroz y los productos frescos. Sin duda, lo notaréis.
Al contrario de lo que solemos hacer en la península ibérica, en la mayoría de los países europeos acostumbran a tomar un desayuno contundente, comen algo ligero al mediodía, y la comida principal la reservan para la tarde. Por lo tanto, no hay que escandalizarse al ver a un turista degustando una paella en plena Rambla de Barcelona sobre las seis o las siete de la tarde. Nos indicará, eso sí, que el restaurante donde está es un lugar para turistas.
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